LAS COMPRAS DEL PLEBISCITO: CUÁNTO Y EN QUÉ HA GASTADO EL SERVEL

El Servicio Electoral registra 141 compras en el Mercado Público bajo el rótulo “Plebiscito”. En total, suman más de $8.065 millones, cerca de un tercio del presupuesto total disponible para el proceso electoral. ¿Qué se ha comprado y cómo se han distribuido las compras durante los últimos meses? Contexto Factual revisó los antecedentes y descubrió cómo muchos de esos recursos han sido destinados para artículos y servicios relacionados a la crisis sanitaria.




A primera vista, el cruce parece no cuadrar. El último informe trimestral sobre cómo el Servicio Electoral (Servel) ha ejecutado los fondos disponibles para el Plebiscito del 25 de octubre, señala que para fines de junio ya se habían gastado más de $5.891 millones, es decir, casi un cuarto del presupuesto total. Pero los datos disponibles en Mercado Público dan cuenta de una cifra mayor. Con 97 órdenes de compra registradas bajo el rótulo “Plebiscito” en la plataforma de adquisiciones para los organismos del Estado, a esa misma fecha acumulaba transacciones por $7.793 millones, un 32% más de lo consignado en el documento de la Dirección de Presupuestos.

De hecho, sólo en febrero, cuando el plebiscito estaba todavía contemplado para realizarse el 26 de abril, se gastaron más de $6.102 millones. Más de un tercio fue para un solo contrato, el más caro de todos los que ha firmado el Servel en el marco del proceso constituyente: aquel que selló con Telefónica para contratar una red de transmisión de datos para el plebiscito, por $2.820 millones.

Contexto Factual revisó todas las transacciones que ha registrado el Servel en el sistema de compras públicas vinculadas a la consulta ciudadana que determinará si se cambia o no la Constitución vigente por una nueva. Son en total 141 operaciones para adquirir distintos productos y servicios. Por ejemplo, para almacenar y trasladar materiales electorales “de alta sensibilidad” y asegurarlos en caso de robo, incendio o sismo, elaborar campañas de difusión e información y contratar softwares y equipos informáticos.

Pero también aparecen en la lista compras para la implementación de medidas de seguridad sanitaria en direcciones regionales, artículos de aseo, desinfectantes, mascarillas e incluso 30 cojines lumbares y 10 apoya pies; bienes que no necesariamente tendrían relación con los ítemes identificados en la planificación de gastos desarrollada por el propio Servel.

Al 20 de agosto, apenas unos días antes del comienzo oficial del período legal para hacer campañas, el gasto total ya bordeaba los $8.065 millones.

A pesar de que para este artículo se intentó obtener una respuesta del Servel para consultar respecto a los criterios de compra relacionados al plebiscito y cómo varias de esas adquisiciones se vinculan con el proceso, sólo se remitieron a responder que “todas las compras están directamente relacionadas con la organización del Plebiscito, especialmente los insumos e implementos de protección sanitaria para las personas que durante todo este tiempo de pandemia han trabajado y seguirán trabajando en la organización del mismo”.

GASTOS MES A MES

La primera compra relacionada al plebiscito y registrada oficialmente como tal, ocurrió el 31 de enero de 2020. El Covid-19 todavía no aparecía en Chile y como las fechas todavía no se corrían -y nada hacía prever que tendrían que reprogramarse-, el Servel contrató a la empresa Rodríguez y Verdejo Ltda. para grabar frases radiales vinculadas al plebiscito y difundirlas entre el 29 de enero y el 29 de febrero. Fueron los primeros $11,9 millones que se imputaron al presupuesto del Plebiscito Nacional.

Luego, en febrero, se realizaron 32 compras. Más de tres cuartos de todo lo que se ha gastado a la fecha se concentró durante ese mes. Se grabaron 72 spots radiales, se habilitó una señal de televisión para el centro de prensa, se adquirieron 60 pendones y 20 minipendones y se encargó una serie de videos animados para capacitar a los vocales de mesa y a las personas que operen como enlace con el Servel en los locales de votación, los PESE. También se compraron artículos de oficina, bolsas y sobres plásticos, plantillas con y sin braile para personas con discapacidad visual y se invirtió cerca de 100 millones de pesos en cajas de cartón. Y si bien los montos involucrados son considerables, el grueso estuvo en otra parte.

Además del millonario contrato con Teléfonica, se compraron las cédulas electorales y facsímiles, que costaron casi $2.000 millones repartidos entre cinco proveedores distintos; y se contrataron los servicios de impresión fija y variable, que junto a la compra de sellos y cintas adhesivas, implicó otros $730 millones.

Al mes siguiente, cuando el cumplimiento del cronograma ya se empezaba a ver amenazado por la pandemia, se gastaron $700 millones. Casi la mitad fue para el contrato que el Servel selló con Correos de Chile para el despacho y distribución especial de cartas certificadas (cerca de $325 millones). Otro porcentaje importante de los recursos fue adjudicado a la Casa de Moneda, que por $226,7 millones se haría cargo del almacenaje y la custodia de “materiales electorales de alta sensibilidad”. También se compraron en marzo sillas plásticas para la dirección regional de La Araucanía, sillas y mesas plegables para la de Rancagua y artículos de aseo para la del Bío Bío.

En abril ya todo había cambiado y eso se reflejó en el volumen de compras vinculadas al plebiscito. Fueron apenas nueve en todo el mes, aunque sólo una concentró el 99% de todo el dinero invertido. Se trató de la modificación del contrato con Adexus, la empresa encargada de desarrollar el software y el datacenter con el centro de cómputos para el proceso electoral. Sólo eso implicó un monto de $773 millones.

En mayo, con la crisis sanitaria en pleno auge y nuevas fechas en el horizonte, el proceso constituyente se congeló, y aunque las compras vinculadas no se detuvieron, sí se redujeron notablemente. Durante ese mes se gastaron apenas $172 millones, donde lo más caro fue el servicio de campaña y estrategia comunicacional que el Servel encargó a la empresa Blue Digital Servicios de Marketing S.A., por 47 millones de pesos.

También fue entonces que comenzaron a aparecer gastos asociados a la crisis por Covid-19 que se imputaron al presupuesto del plebiscito. Son siete compras realizadas el 29 de mayo para desinfectar y sanitizar las sedes del Servel en Santiago y Copiapó, para adquirir barreras de protección y separadores de ambiente y escritorios para las direcciones regionales de Copiapó, Rancagua, Talca y Ñuble, y para obtener insumos sanitarios de aseo para la dirección regional de Valparaíso, como guantes, mascarillas, amonio y cloro.

Junio y julio fueron meses de poca actividad para el área de compras del Servel. En ambos meses se realizaron apenas 25 compras, y aunque las más importantes fueron por el servicio de impresión de cartas para medio millón de notificaciones por cambio de domicilio electoral, incorporaciones al Registro Electoral y nómina de inhabilitados (poco más de $15 millones), la mayoría estuvo relacionada a temas de la pandemia y no del plebiscito como tal. Las pantallas de acrílico para separar ambientes que instalaron en las oficinas de Antofagasta, los 20 dispensadores de alcohol gel para distribuir en los distintos pisos de su sede central o la adquisición de basureros y papeleros metálicos con tapa y pedal. Mascarillas, guantes de nitrilo y termómetros. También artículos de aseo como bolsas de basura, lavalozas, limpiadores, cloro, paños absorbentes y desinfectantes. Se reparó el sistema eléctrico de una bodega en Quilicura y se compraron 30 cojines lumbares y 10 apoya pies como “equipos menores para utilizar en bodegas”.

Durante los primeros 20 días de agosto, el Servel realizó 28 compras. Para, entre otras cosas, obtener cajas de archivo, contratar la producción de piezas “para la Campaña de Fomento a la Participación para el Plebiscito Nacional”, encargar un plan de medios, desratizar unas bodegas y comprar insumos sanitarios por Covid-19. La última registrada para este artículo, fue la contratación de Correos de Chile para trasladar cédulas y formularios a las direcciones regionales del servicio, con un costo cercano a los $31 millones. En lo que va del mes, las compras suman gastos por unos $240 millones.



Publicado originalmente en Contexto Factual (24/8/2020)

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