La primera movilización pública de los trabajadores agrupados en el Sindicato Nº 3 del Consorcio Periodístico de Chile S.A. (Copesa) fue el pasado jueves 24 de abril, cuando salieron a avenida Vicuña Mackenna, detuvieron el tránsito y se manifestaron con pancartas frente al edificio corporativo del grupo. Todo duró apenas una media hora, pero bastó para generar ruido. Según publicó esa misma jornada Cambio21, la movilización pretendía mostrar el descontento interno que se desató el año pasado entre periodistas, reporteros gráficos, camarógrafos y diseñadores cuando comenzaron las políticas de “racionalización económica”, las que ya han costado casi 500 puestos de trabajo. También denunciaban su inconformidad ante la última oferta presentada por la empresa, respecto al proyecto de contrato colectivo de trabajo presentado por ese sindicato en conjunto con el Sindicato Nº 2 de Administración y Ventas (ver video).
-Estamos acá para manifestar nuestro rechazo ante la falta de voluntad de la empresa de avanzar en la elaboración de un contrato colectivo que contemple las peticiones de los trabajadores, que no son nada del otro mundo –dijo a ese medio el presidente del Sindicato Nº3, Rafael Andaur.
Para los funcionarios del grupo conformado por medios como La Tercera, La Hora, La Cuarta, Pulso, Qué Pasa, Radio Zero y Paula, entre otros, y que además es el principal financista de CIPER (una fundación sin fines de lucro cuyos periodistas no forman parte del sindicato de Copesa), los ajustes que comenzaron en 2013 generaron un ambiente laboral “muy malo, raro, que hizo crecer la tasa de movilidad dentro de la empresa”. De acuerdo a lo publicado por El Dínamo, los profesionales movilizados se referían a los cientos de despidos que han ocurrido en los últimos meses, al cierre de proyectos como El Semanal y la eliminación de la fallida estación televisiva 3TV, la que sólo operó en marcha blanca y nunca salió al aire. Si las relaciones al interior del grupo ya eran tensas, los trabajadores dicen que empeoró cuando entraron en una negociación colectiva para exigir un reajuste salarial del 6%. La oferta de Copesa fue de un 1% y un bono por término de conflicto de $500.000.
A juicio de Andaur, el ofrecimiento no establece un aumento real del sueldo, sino que sólo un mero reajuste por IPC, además de una tentadora oferta “para convencer a los sindicalizados”, quienes exigen además una modificación del pago por horas extra, reajuste al pago de la propiedad intelectual y bonos por vacaciones. Por eso fue que ambos sindicatos, que agrupan a cerca del 90% de trabajadores del consorcio, llamó el martes 29 de abril a una votación para definir los pasos seguir. En otras palabras, ir o no a huelga.
La decisión no sería cosa fácil: de salir favorable la moción del paro, sería la primera vez que los trabajadores del grupo de medios votan una medida tan extrema: nunca ha habido huelgas en el grupo de empresas periodísticas.
A la votación asistieron 332 de 380 trabajadores que negocian colectivamente, según informó La Nación.cl. Sólo 25 votaron en contra. Otros dos anularon su voto. Los demás, el 91,8%, apoyó la paralización de las actividades. En todo caso, la huelga no se haría efectiva de inmediato. Lo que viene, de acuerdo a lo informado por el mismo sindicato, son 48 horas de gracia, en las que cualquiera de las dos partes puede solicitar los Buenos Oficios a la Dirección del Trabajo. De concretarse este trámite, la negociación se extenderá por cinco días hábiles más, con la presencia de un mediador de la Inspección del Trabajo. Si ninguna de las dos partes pide esta mediación, la huelga se haría efectiva desde el primer turno del sábado 3 de mayo.
-Estamos acá para manifestar nuestro rechazo ante la falta de voluntad de la empresa de avanzar en la elaboración de un contrato colectivo que contemple las peticiones de los trabajadores, que no son nada del otro mundo –dijo a ese medio el presidente del Sindicato Nº3, Rafael Andaur.
Para los funcionarios del grupo conformado por medios como La Tercera, La Hora, La Cuarta, Pulso, Qué Pasa, Radio Zero y Paula, entre otros, y que además es el principal financista de CIPER (una fundación sin fines de lucro cuyos periodistas no forman parte del sindicato de Copesa), los ajustes que comenzaron en 2013 generaron un ambiente laboral “muy malo, raro, que hizo crecer la tasa de movilidad dentro de la empresa”. De acuerdo a lo publicado por El Dínamo, los profesionales movilizados se referían a los cientos de despidos que han ocurrido en los últimos meses, al cierre de proyectos como El Semanal y la eliminación de la fallida estación televisiva 3TV, la que sólo operó en marcha blanca y nunca salió al aire. Si las relaciones al interior del grupo ya eran tensas, los trabajadores dicen que empeoró cuando entraron en una negociación colectiva para exigir un reajuste salarial del 6%. La oferta de Copesa fue de un 1% y un bono por término de conflicto de $500.000.
A juicio de Andaur, el ofrecimiento no establece un aumento real del sueldo, sino que sólo un mero reajuste por IPC, además de una tentadora oferta “para convencer a los sindicalizados”, quienes exigen además una modificación del pago por horas extra, reajuste al pago de la propiedad intelectual y bonos por vacaciones. Por eso fue que ambos sindicatos, que agrupan a cerca del 90% de trabajadores del consorcio, llamó el martes 29 de abril a una votación para definir los pasos seguir. En otras palabras, ir o no a huelga.
La decisión no sería cosa fácil: de salir favorable la moción del paro, sería la primera vez que los trabajadores del grupo de medios votan una medida tan extrema: nunca ha habido huelgas en el grupo de empresas periodísticas.
A la votación asistieron 332 de 380 trabajadores que negocian colectivamente, según informó La Nación.cl. Sólo 25 votaron en contra. Otros dos anularon su voto. Los demás, el 91,8%, apoyó la paralización de las actividades. En todo caso, la huelga no se haría efectiva de inmediato. Lo que viene, de acuerdo a lo informado por el mismo sindicato, son 48 horas de gracia, en las que cualquiera de las dos partes puede solicitar los Buenos Oficios a la Dirección del Trabajo. De concretarse este trámite, la negociación se extenderá por cinco días hábiles más, con la presencia de un mediador de la Inspección del Trabajo. Si ninguna de las dos partes pide esta mediación, la huelga se haría efectiva desde el primer turno del sábado 3 de mayo.
Publicado originalmente en CIPER (30/4/2014)
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