NUEVA CÁMARA DE DIPUTADOS TENDRÁ MENOR REPRESENTATIVIDAD QUE LA ACTUAL

Cerca de 7,3 millones de personas no votaron por un candidato a diputado. Ninguno de ellos estará representado en la Cámara desde 2014. Tampoco los que sí votaron por un candidato y no ganaron. CIPER cruzó los datos de las últimas elecciones para medir la representatividad que tendrán los parlamentarios en la próxima legislatura. Ya lo habíamos hecho en 2011, revelando una preocupante crisis de representatividad en el Congreso que hoy es aún más profunda: si en 2009 el 32,5% de los ciudadanos terminó representado en la Cámara, el próximo año apenas el 27,6% tendrá un diputado que lo represente.

(Nota de la Redacción: Este artículo fue actualizado con los nuevos resultados entregados por el Servel en la madrugada del viernes 22 de noviembre)

Por Juan Pablo Figueroa y Francisca Miranda





Hace dos años CIPER analizó los datos de las elecciones parlamentarias de 2009 para graficar la representatividad real de cada uno de los diputados (ver reportaje). El resultado fue alarmante. Entonces descubrimos, entre otras cosas, que al menos seis parlamentarios fueron elegidos a pesar de no representar siquiera al 10% de la población mayor de 18 años de sus distritos. Esta vez, con los resultados de las elecciones del 17 de noviembre el resultado fue peor, poniendo nuevamente en duda la real capacidad del Congreso para representar efectivamente a la ciudadanía. Si en 2009 el voto de 32,5% de los ciudadanos terminó representado en la Cámara, este año apenas el 27,6% votó por alguno de los diputados que asumirán en marzo próximo. En cantidad de electores, son cerca de 360.000 personas que tenían y ya no tendrán voz en el Congreso a través de diputados por los que votaron.

Con los datos oficiales conocidos hasta ahora y que por lo estrecha de la votación aún podrían cambiar en el Tribunal Calificador de Elecciones, el candidato que obtuvo un cupo en la Cámara de Diputados con el menor porcentaje de votos fue el actor Roberto Poblete. Corrió por el distrito 47como compañero del diputado radical José Pérez, quien obtuvo 43,41% de la votación (53.522 sufragios) en la zona de Alto Bío Bío, Antuco, Los Ángeles, Laja y otras ocho comunas. Gracias a él, Poblete sólo necesitó 15.802 votos (12,82% de los votos válidamente emitidos) para convertirse en diputado electo.

Al considerar sólo los votos válidamente emitidos, es decir, aquellos que marcaron preferencia por algún candidato, el Servel excluye a todas las personas que aparecen en el padrón y no votaron y a los que anularon su voto o sufragaron en blanco. En las elecciones del 17 de noviembre, este grupo corresponde al 55,02 % del padrón total del distrito 46, es decir, 150.802 personas.

Para calcular la cifra de la representatividad real que tendrán los parlamentarios recién electos cuando asuman en marzo de 2014, CIPER comparó proporcionalmente sus votos obtenidos con el padrón total oficial de su distrito, y no sólo con los votos válidamente emitidos, como lo hace el Servel. Es entonces que la elección de Poblete se convierte en el mejor ejemplo de las debilidades del sistema, porque cuando asuma como diputado, su representatividad real será de apenas un 5,77%.

Los legisladores aprobaron en 2011 la inscripción automática y el voto voluntario precisamente para integrar a aquellos que ya no se estaban inscribiendo en los registros electorales. Esos cambios fueron puestos a prueba por primera vez en una elección presidencial y parlamentaria el pasado 17 de noviembre. Pero no fueron suficientes ni siquiera para alivianar un poco la crisis de representatividad de los parlamentarios.


CÁMARA POCO REPRESENTATIVA

En las elecciones del domingo 17 de noviembre, de acuerdo al padrón oficial publicado por el Servel, poco más de 13,5 millones de personas en todo el país podrían haber votado por algún candidato a la Cámara de Diputados. Pero, como el voto es ahora voluntario, muchos decidieron no hacerlo. De hecho, alrededor de 6,9 millones de ciudadanos mayores de 18 años optaron por restarse del proceso y no fueron a votar, es decir, el 50,75% del padrón. Esa cifra, en todo caso, no es del todo precisa dado que el padrón electoral aún no está completamente depurado.

Según señaló a Radio Duna el presidente del directorio del Servel, Patricio Santamaría, todavía “podría estar inflado con una cifra cercana a las 400 mil personas”. Esto porque aún figuran como inscritas personas fallecidas o que se encuentran inhabilitadas para votar. Además, también incluye a los más de 800 mil chilenos que viven en el extranjero y que están imposibilitados de votar, lo que abulta las cifras de abstención.

Aún cuando el padrón todavía no está depurado, CIPER hizo los cálculos para elaborar este artículo utilizando la cifra oficial del padrón que entrega el Servel porque no se ha determinado con exactitud cuán “inflada” está la nómina de habilitados para sufragar. Lo que sí es un hecho es que en las elecciones del 17 de noviembre fue a votar menos gente que en años anteriores.

En el caso de los diputados, hubo una disminución de casi 580.000 personas respecto al proceso electoral de 2009. Así, estas elecciones presidenciales y parlamentarias se convirtieron en las de más baja participación desde el retorno a la democracia, situando a Chile como “el número uno en baja participación electoral en América Latina”, según escribió el director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), Carlos Huneeus, en una columna que publicó El Mostrador. Este alto nivel de abstención es uno de los principales factores que atentan contra la efectiva representatividad de una institución que existe precisamente –y paradójicamente– para representar los intereses de la ciudadanía.

A lo anterior, se suma también el alto número de personas que si bien acudieron a sus locales de votación, tomaron la papeleta de diputados y la dejaron en blanco o la anularon. Si se agrega a aquellos que no votaron, da un total de casi 7,4 millones de personas que no manifestaron preferencia por ningún candidato, lo que corresponde al 54,28% del electorado. Ninguno de ellos estará representado en la Cámara a partir del próximo año.

Lo anterior, en todo caso, no significa que el 45,72% restante esté efectivamente representado en el Congreso. Ese porcentaje corresponde a los poco más de 6,2 millones de votantes que sí optaron por algún candidato, pero no todos ellos resultaron ganadores. Si se suman los votos que obtuvieron los 120 diputados electos, da por resultado un total de apenas 3,7 millones. Esa es la cifra de ciudadanos que sí estarán representados en la Cámara Baja durante los próximos cuatro años, el 27,6 % del padrón (ver tabla por regiones).

Los datos analizados por CIPER dan cuenta de una preocupante profundización en la crisis de representatividad de la Cámara de Diputados, la que se ha traducido en una baja general de los niveles de representación real de la ciudadanía. Un ejemplo claro de ello ocurre en la región de Arica y Parinacota, donde tras la elecciones de 2009 los dos diputados electos para el distrito 1 sumaron 40.069 votos, que corresponden a un nivel de representación de 30,38%. Sin embargo, luego de las elecciones del 17 de noviembre pasado, los nuevos parlamentarios –Luis Rocaful (PS) y Vlado Mirosevic (PL)– apenas lograron sumar 29.322 votos, o sea, una representación de 16,87%. En gran medida eso se debe a que en estas elecciones cerca del 61,5% de los electores de ese distrito no votó o no marcó una preferencia.

Si los diputados de Magallanes hasta ahora representaban a un 34,42% de su electorado (40.010 votos), los parlamentarios entrantes –Gabriel Boric (IND) y Juan Enrique Morano (DC)– apenas superarán en conjunto el 17% (26.172 votos). Y si en Antofagasta hasta ahora son 105.350 los mayores de 18 años que tienen voz en el Congreso a través de sus diputados (26,5% del total de la región), desde el próximo año serán tan sólo 79.204, es decir, menos del 19% del padrón regional.

Lejos de ser casos aislados, lo que ocurrió en estas tres regiones son sólo ejemplos de cómo en todo Chile disminuyó la legitimidad que le otorga la ciudadanía a los parlamentarios como sus representantes en el Congreso (ver tabla por distrito). En todas las regiones del país se registró una disminución en el número de ciudadanos representados en la Cámara, básicamente por dos factores: porque fueron menos las personas que ejercieron su derecho a sufragar -y menos aún los que le dieron su voto a un candidato que resultó electo-, y por efecto del sistema binominal. A ello se suma la falta de depuración del padrón total.


LOS DIPUTADOS MENOS REPRESENTATIVOS

“Demoró pero queríamos estar seguros. Ya está notificado desde el Ministerio del Interior, Roberto Poblete es el nuevo diputado de la República para el Distrito 47!”.

Así celebró en su cuenta de Facebook el equipo de campaña del candidato que competía como independiente por la Lista C de la Nueva Mayoría y que estuvo lejos de obtener la mayoría de los votos en las elecciones del 17 de noviembre. Aunque las 15.803 personas que votaron por él sólo le permitieron obtener la tercera preferencia, la alta votación que logró su compañero de lista, José Pérez, le abrió el camino para llegar a la Cámara de Diputados con apenas el 12,82% de los votos válidamente emitidos y un porcentaje de representación real de apenas el 5,77% del electorado (ver ranking completo de diputados).

Mientras Poblete lidera la lista por menor nivel de representatividad real entre los candidatos recién electos, oficialmente el resultado es provisorio, pues aún falta que el Tribunal Calificador de Elecciones, que puede recibir reclamos hasta este sábado 23, certifique oficialmente el conteo.

Después del trabajo de los Colegios Escrutadores, que terminó este jueves 21, ya hubo un vuelco en el distrito 56, donde el Servicio Electoral, tras los primeros cómputos, había dado por ganador a Adolfo Alvial (DC), quien gracias a la votación de su compañero Fidel Espinoza (PS) se había anunciado como representante de los vecinos de Fresia, Frutillar, Llanquihue, Puerto Varas y otras cinco comunas de la Región de Los Lagos. Los poco más de 4.000 votos que obtuvo parecían bastar para que el Sistema Binominal jugara a su favor, como ocurrió en otros diez distritos en beneficio de la Nueva Mayoría. Con apenas el 6,02% de las preferencias que obtuvo en su distrito, Alvial fue anunciado entre los 120 diputados que hasta entonces resultaban electos. En ese caso el nivel de representatividad real correspondía a menos de un 3% de su electorado. Pero en la madrugada del viernes 22 de noviembre, el resultado dio un vuelco cuando el Servel publicó el cómputo que arrebataba ese doblaje a la Nueva Mayoría y daba paso al UDI Felipe De Mussy al cupo parlamentario (*)

En la lista de diputados electos con menor representación, detrás de Poblete, figuran Daniel Núñez (PC), Alberto Robles (PRSD) y Felipe Letelier (PPD). Todos ellos fueron “arrastrados” por sus compañeros de lista a través de doblajes en sus respectivos distritos. Así, Núñez se convirtió en diputado a pesar de representar apenas un 5,8% de los inscritos en el padrón del distrito 8, en la Región de Coquimbo. Por su parte, Robles llega al Congreso como representante de tan sólo el 5,97% de los electores del distrito 6, en la Región de Atacama. Y Letelier, quien resultó electo como diputado por el distrito 33, en la VI Región, representa sólo a 6,76% de la población que pudo haber votado el domingo 17 de noviembre.

En la misma situación está Marcelo Chávez (DC), el último de los “arrastrados” entre los 10 nuevos diputados con menor representatividad. Él también resultó elegido luego de que junto a su compañera de lista, Clemira Pacheco (PS), lograran doblar los votos obtenidos por los candidatos de la Alianza en el distrito 45, en la VIII Región. Chávez tiene una representación del 8,19% de su electorado, pero hay cuatro diputados que no resultaron electos por doblajes y que tienen incluso menor representatividad que Chávez. Ellos son: Felipe Kast (Ind. de derecha), Juan Enrique Morano (DC), Pedro Browne (RN) y Paulina Núñez (RN); ninguno de ellos fue favorecido por doblajes y, aunque obtuvieron la segunda mayoría en sus respectivos distritos, no superan el 8% de representatividad de su electorado.

De los 120 diputados que conformarán la próxima legislatura, 24 presentan niveles de representación por debajo del 10%. Y son de todos los sectores políticos: diez son candidatos electos de la Nueva Mayoría y 13 de la Alianza. El que completa el cuadro es Vlado Mirosevic (PL), el único candidato del pacto “Si quieres, Chile Cambia” (de ME-O) que fue electo en todo el país.

Al otro lado de la tabla, se encuentran los parlamentarios que ostentan los mejores niveles de representatividad de la nueva Cámara de Diputados. Esa lista, que encabeza Fidel Espinoza, es menos heterogénea que la anterior. Entre los 20 diputados más representativos del futuro hemiciclo, 16 forman parte de la Nueva Mayoría, dos son independientes –Alejandra Sepúlveda y Giorgio Jackson– y los otros dos son los candidatos del único doblaje que obtuvo la Alianza: Ernesto Silva (UDI) y Cristián Monckeberg (RN). En todo caso, ninguno de ellos supera el 28% de representatividad.

Los dos últimos son parte del grupo de diputados actuales que fueron a la reelección y triunfaron. En su caso, sus niveles de representatividad respecto al período 2010-2014 no han variado mucho, precisamente porque en su distrito (Las Condes, Lo Barnechea y Vitacura) la participación electoral en vez de bajar, aumentó. De hecho, Silva hoy representa al 17,01% de sus electores, y desde el próximo año, esa representación será mayor, alcanzando el 20,01%. En cambio, muchos otros vieron en estas elecciones cómo el apoyo de sus votantes redujo drásticamente sus niveles de representatividad.


MENOS REPRESENTATIVOS QUE AYER


En las elecciones de 2009, Claudia Nogueira (UDI) renovó su presencia en el Congreso para un segundo período con los votos de 38.297 personas que depositaron en ella la responsabilidad de representarlos. Sin embargo, cuatro años después, su popularidad no fue la misma. En las elecciones del 17 de noviembre, Nogueira sólo consiguió que 23.121 electores marcaran su nombre en la papeleta. Es decir, más de 15.100 votos menos que en la última elección. Esa baja también se ha visto reflejada en los niveles de representatividad ciudadana que tendrá apenas comience la próxima legislatura. Porque si el apoyo que obtuvo en 2009 se tradujo en una representatividad real de 27,43%, desde marzo de 2014 sólo representará al 10,7% de los vecinos de Recoleta e Independencia.

La baja en el apoyo que obtuvo Nogueira por parte del electorado es la más alta entre los 78 diputados que acaban de ser reelectos. Pero no es la única que disminuyó su representatividad. De los que bajaron, 38 representarán a contar del próximo año, en conjunto, a cerca de 258.000 ciudadanos menos que en 2009.

José Antonio Kast
Un ejemplo de lo anterior es el caso de José Antonio Kast(UDI). Desde 2002, Kast fue diputado por el distrito 30, donde en las últimas elecciones obtuvo el voto de 53.423 personas, lo que le entregaba una representación del 16,74%. Pero en las elecciones del 17 de noviembre, Kast competía en un terreno nuevo: esta vez, como candidato de la Alianza para el distrito 24. Y allí apenas obtuvo 24.425 votos, lo que le sirvió para tener la tercera mayoría y ser electo gracias al sistema binominal. Desde el próximo año, Kast representará a 28.998 personas menos que hoy, sólo un 9,31% del total.

Otro ejemplo es Guillermo Ceroni (PPD), diputado desde 1994 por el distrito 40, en la Región del Maule. Ceroni figura como uno de los parlamentarios con mayor baja en su representatividad en relación a la última elección, cuando 32.643 personas le dieron su voto, convirtiéndolo en el representante del 31,2% del electorado de su distrito. Pero ahora obtuvo más de 13.100 votos menos, por lo que su representatividad a contar de 2014 será de tan sólo 15,28%.

Lo mismo ocurre con Felipe Ward (UDI), Jorge Tarud (PPD), Ramón Barros (UDI) y Alberto Robles (PRSD): todos redujeron su nivel de representación en más de 10 puntos porcentuales respecto a las elecciones de 2009. La disminución de los cuatro se traduce en casi 34.500 ciudadanos que hasta hoy han tenido representación en la Cámara y que en la próxima legislatura ya no la tendrán.

La variación de la representatividad entre las elecciones de 2009 y las de 2013, en todo caso, no es igual para todos los diputados reelectos (ver tabla de diputados reelectos). Al mismo tiempo que algunos vieron disminuir su apoyo en las urnas, hubo otros que mantuvieron o incluso aumentaron su nivel de representación. El caso que más sobresale es el de Pepe Auth (PPD), quien en 2009 ingresó al Congreso como diputado por el distrito conformado por las comunas de Cerrillos, Maipú y Estación Central con una representatividad de apenas un 7,28%. Fue durante todo el período 2010-2014 uno de los parlamentarios que menos personas representó. Pero ahora, con 32.800 votos más que en la última elección, su nivel de representatividad prácticamente se duplicó, y desde el próximo año pasará a representar al 15,42% de su electorado.

Los 78 diputados que resultaron reelectos llevan en promedio nueve años en el Congreso. Algunos, como Patricio Melero (UDI), Sergio Aguiló (IND), Jorge Ulloa (UDI), José Miguel Ortiz (DC),René García (RN) y Sergio Ojeda (DC), llevan más de 24 años en el cargo, o sea, desde que volvió la democracia. Ese es precisamente uno de los factores que han aumentado la desconfianza en la ciudadanía hacia la clase política, la que se traduce en abstención al momento de votar, impactando directamente en la representatividad de los parlamentarios.

Cuando en 2011 CIPER hizo la primera medición de la representación real de los diputados, el director de Adimark, Roberto Méndez, señaló en una entrevista que los datos confirmaban una serie de señales que apuntaban a un agotamiento del sistema político y electoral. A su juicio, los tres pilares que se debían revisar para mejorar la representatividad ciudadana del Congreso eran: el sistema binominal, la estructura democrática de los partidos y el sistema de reelección ilimitada que ha transformado a los parlamentarios en “profesionales” de la política.

Han pasado tres años y lo único que ha cambiado es que ahora la inscripción en el padrón es automática y el voto voluntario. Mientras, los pilares a los que se refería Méndez siguen sin ser tocados por los legisladores.


(*) La resolución del Colegio Escrutador que revirtió la elección de Alvial en la madrugada del viernes 22 de diciembre motivó la actualización de este reportaje


Publicado originalmente en CIPER (21/11/2013)

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