EL ORIGEN FORMATIVO DEL NUEVO GABINETE


Siguen siendo en su mayoría exalumnos de colegios privados y egresados de la Universidad Católica. La diferencia es que ahora, por primera vez durante este gobierno, hay un ministro formado en un colegio municipal. Y también bajó su edad promedio: hoy son tres años más jóvenes.



El arribo de Julio Isamit a la cartera de Bienes Nacionales lo convierte automáticamente en una excepción a la regla. Desde que el gobierno del Presidente Sebastián Piñera tomó posesión en marzo de 2018, todos los ministros que pasaron por su gabinete habían tenido un origen común: son producto de la educación privada. Pero no Isamit. Él egresó en 2006 del Instituto Nacional, año en que destacó como uno de los líderes más visibles del movimiento estudiantil conocido como la “Revolución de los Pingüinos”. Y hoy, de los 24 ministros que conforman el nuevo gabinete que se reformó tras las multitudinarias protestas de la semana pasada, es el único que cursó sus estudios secundarios en un establecimiento municipal.

Como todos los otros ministros que ingresaron por primera vez al gabinete estudiaron en colegios privados, se mantiene casi intacta la tendencia que reveló un reportaje de La Tercera en julio pasado y que indicó cómo la clase política es mayoritariamente formada en la educación particular.

Si hasta este lunes por la mañana todos los ministros venían de un colegio privado o particular subvencionado, con los nuevos cambios hoy son el 96%, es decir, todos menos Isamit.

La exintendenta de Santiago, Karla Rubilar, ungida como nueva ministra vocera del gobierno, egresó en 1994 del Colegio La Salle. Ignacio Briones, que asumió en el Ministerio de Hacienda en reemplazo del saliente Felipe Larraín, estudió en la Alianza Francesa, graduado en 1990. Y los exsubsecretarios María José Zaldívar y Lucas Palacios, que desde este lunes están a cargo de los ministerios de Trabajo y Economía, respectivamente, cursaron sus estudios en los colegios Villa María y Sagrados Corazones de Manquehue.


MAYORÍA DE LA UC

Cinco ministros dejaron el gobierno: los abogados Andrés Chadwick y Nicolás Monckeberg, los ingenieros comerciales Juan Andrés Fontaine y Felipe Larraín, y la periodista Pauline Kantor.

Todos ellos eran exalumnos de la Universidad Católica (UC), y el recambio fue casi perfecto, pues cuatro de los cinco nuevos integrantes del gabinete también estudiaron en esa casa de estudios.

Ahí están Briones y Palacios, ambos ingenieros comerciales de la UC, los dos con estudios de posgrado en el extranjero. Briones, quien hasta se desempeñaba como decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, es además doctor en Economía del Instituto de Estudios Políticos de París, mientras que Palacios tiene un máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca. Isamit y Zaldívar son exalumnos titulados de la Facultad de Derecho en la UC.

La vacante que quedaba la ocupó una ministra que se tituló en una universidad del Estado: esa última es Karla Rubilar, que estudió Medicina en la Universidad de Santiago (Usach).

De esa forma, no se ven cambios relevantes en cuanto a la formación académica del nuevo gabinete. Siguen primando entre los ministros aquellos que estudiaron en la UC (14 de los 24). También hay cuatro que cursaron sus estudios superiores en universidades privadas, entre los que se cuentan al nuevo titular de la Segpres, Felipe Ward, abogado de la U. de Los Andes; Cristián Monckeberg, también abogado, pero de la U. Gabriela Mistral; y la exministra de la Segegob, Cecilia Pérez, que ahora reemplazó a Kantor a la cabeza de la cartera de Deportes, y estudió Derecho en la U. Andrés Bello.

Hay, además de Rubilar, otros tres que se titularon en universidades públicas (Alberto Espina, Jaime Mañalich y Teodoro Ribera), y dos que estudiaron en institutos profesionales: el ministro de Agricultura, Antonio Walker, que es técnico agrícola de Inacap; y la ministra del Sernam, Isabel Plá, que estudió Relaciones Públicas en el IPEVE (antecesora de la U. Diego Portales).

Las carreras que predominan entre los elegidos del Presidente siguen siendo principalmente abogados (42%) o ingenieros comerciales (21%), aunque hay también dos médicos, dos ingenieros civiles, una arqueóloga y un biólogo. De ellos, el 58% cuenta con estudios de posgrado, casi todos en universidades extranjeras.


TRES AÑOS MÁS JÓVENES

Donde sí se puede ver hoy una diferencia es en las edades de los ministros. Los cinco nuevos jefes de carteras tienen entre 30 y 47 años, algo que el mismo Presidente recalcó al nombrarlos en La Moneda, señalando que correspondía a “un cambio generacional”.

El más joven es Julio Isamit, de apenas 30 años, y que hasta antes de su nombramiento era jefe de gabinete en la Segpres de quien le sigue en la lista como el segundo de menor edad: Gonzalo Blumel, de 41 años, ahora ministro del Interior. Al otro lado de la tabla está el ministro de Justicia, Hernán Larraín, el mayor de todos, con 72 años.

Con todos los cambios, la edad promedio del gabinete disminuyó unos tres años y medio, pasando de 56,5 a 53 años. Hoy la mitad de ellos tiene 51 años o menos.


Publicado originalmente en La Tercera (28/10/2019)

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